Saturday, July 01, 2006

MODELO MÉDICO EGEMÓNICO

Introducción a la Educación para la Salud - Educación para la Salud
Instituto Universitario Isalud
Síntesis de materiales.

Referencias bibliográficas:
Lores Arnaiz, María del Rosario. “El concepto de salud: concepciones y paradigmas”. En: Hacia una epistemología de las Ciencias Humanas, Ed. de Belgrano, Buenos Aires.
MENENDEZ, Eduardo. Morir de alcohol. Saber y hegemonía médica, Alianza, Madrid.

Modelo Médico Hegemónico(Eduardo Menéndez)


Conjunto de prácticas, saberes y teorías generadas por el desarrollo de la medicina científica, el cual desde fines del siglo XVIII logró dejar como subalternos al conjunto de prácticas, saberes e ideologías que dominaban en los conjuntos sociales, hasta lograr identificarse como la única forma de atender la enfermedad, legitimada tanto por criterios científicos como por el Estado.




¿Por qué hablar de un modelo al que se le reconoce “hegemonía”?


•Concepto que proviene de la teoría política (Antonio Gramsci).
•Concepto que no deniega la existencia de formas alternativas, en conflicto con el modelo hegemónico.
•Estas formas subalternas le ofrecen resistencia al modelo hegemónico.
•Esta resistencia da paso al cuestionamiento, replanteo y transformación del modelo dominante.


Modelo Médico Hegemónico
•Biologismo.
•Ahistoricidad.
•Asocialidad.
•Individualismo.
•Concepción de la enfermedad como ruptura, desviación y diferencia.
•Concepción de salud como normalidad estadística.
•Eficacia pragmática: práctica curativa basada en la eliminación del síntoma.
•Relación médico-paciente asimétrica: subordinación social y técnica del paciente, que detenta un “saber equivocado”.
•Medicalización de problemas.
•Racionalidad científica como criterio de legitimidad y de exclusión de otros modelos.
•Concepción mecanicista del ser humano.

Concepción mecanicista del ser humano
•Separación entre las partes y el todo: mente/cuerpo; individuo/sociedad.
•Búsqueda de certidumbres y verdades absolutas.
•Concepción de causalidad lineal.
•Subvaloración de la subjetividad.


Cuestionamientos al Modelo Médico Hegemónico (MMH)
Modelo Médico Social (MMS)
•Enfoque totalizador, social e histórico del sujeto y la enfermedad que padece: el hombre como totalidad biopsíquica, inserto en un contexto social y ambiental.

•Evaluación de la salud en relación con la calidad de los vínculos, comunicación e inserción social de una persona.

•Importancia de la eficacia técnica y también humana, de la comunicación permanente entre equipo terapéutico y comunidad.

•Prevención y abordaje de los pacientes por medios técnicos y humanos.

•Énfasis en la comprensión del otro y de su sufrimiento.

•Conciencia de los agentes de la salud de sus propias limitaciones.

•Relevancia fundamental de la comunicación, comprensión y respeto mutuo como factores que contribuyen al éxito de los tratamientos.



















Modelo Médico Hegemónico (MMH)
Modelo Médico Social (MMS)

Concepciones positivista-evolucionista, ahistoricidad.
Concepción holística, histórica y totalizadora del hombre y la sociedad
Disociación entre lo físico y lo mental.
Concibe al hombre como una
totalidad biopsíquica inserto en una sociedad y un medio ambiente.

Enfoque organicista y atomístico de las
enfermedades: el enfermo es un órgano
Enfoque totalizador de las enfermedades: el enfermo es una persona en un momento vital e histórico peculiar.

La enfermedad como resultado de factores orgánicos, como desviación, ruptura del orden.
Negación de las crisis y situaciones vitales extremas de la persona.
La salud como resultado de la calidad de vínculos, comunicación e inserción social de una persona.
Toma al hombre como un ser que atraviesa etapas y crisis.

Concepto clave: ausencia de enfermedad.
Concepto clave: madurez psicofísica en un contexto familiar y social.

Tratamiento de enfermedades declaradas, por medios técnicos y químicos.
Prevención y abordaje de las enfermedades declaradas por medios técnicos y humanos.
Estilo de relación enfermo-profesional: énfasis prescriptivo.
Se eluden emociones y preguntas; vínculo despersonalizado.
El médico como autoridad.
Relación interpersonal con énfasis en la comunicación entre las partes.
Inclusión de lo emocional.
IMPORTANCIA DE LA COMPRENSION MUTUA PARA EL EXITO DE LA TERAPIA. El médico como consejero y apoyo.

Estilo de institución: eficiencia tecnocrática, manejo autoritario de los pacientes, contactos rápidos y aislados.
Ambiente pensado en función de las enfermedades y no de las personas.
Instituciones con eficiencia técnica y humana, comunicación permanente con pacientes, en el equipo terapéutico y con la comunidad.
Ambiente físico en función de las personas y sus etapas vitales.


FORMACION TECNOCRATICA DE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD. Negación de los aspectos perturbadores de la profesión, de su necesidad de apoyo psicológico.
Actitud negadora y bloqueada como defensa ante la angustia, la enfermedad y la muerte.

FORMACION TECNICA Y HUMANA.
Toma en cuenta su necesidad de apoyo. Actitud realista y comprensiva hacia la angustia que despiertan la enfermedad, el sufrimiento y la muerte.





Énfasis en la eficiencia.
Promueve actitudes de omnipotencia en médicos y mágicas en pacientes.
Énfasis en la comprensión del sufrimiento. Promueve la conciencia de las limitaciones en los agentes de salud y realismo en los pacientes.
La droga como depositación de propiedades mágicas.
La droga como auxiliar, con efectos positivos y negativos.

pacientes informados

Los pacientes, más exigentes e informados


http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=722184
LA NACION 17.07.2005 Página 13 Ciencia/Salud
Domingo 17 de Julio de 2005

Es una tendencia mundial: también ocurre en la Argentina

Los pacientes, más exigentes e informados

El fenómeno se concentra especialmente en sectores urbanos y de alto nivel educativo, que reclaman nuevas formas de atención.

Sucedió rápidamente. Cuando gracias a Internet y a la prensa especializada la información sobre salud estuvo al alcance de muchísimas más personas, surgió una nueva generación de pacientes que corroe velozmente los cimientos de una medicina basada en criterios paternalistas y jerárquicos.
Así, seducidos por el empowerment ("empoderamiento", del inglés) que les otorga la información, se presentan frente al galeno como un interlocutor simétrico, cuando no como desafío o amenaza.
"Hay un paciente urbano, con acceso a Internet, diarios y revistas, que tiene más información, pero eso no significa que «sepa más». Un idioma no se enseña con un diccionario. Lo más importante sigue siendo cómo aplicar esa información", afirma el doctor Jorge Galperin, uno de los creadores locales de la especialización en Medicina Familiar, docente en la Universidad Favaloro, la UBA y la Universidad del Salvador.
Galperin agrega que hay pacientes que usan la información para colaborar "y otros lo hacen para incomodar. Eso depende de la relación previa, que será mejor cuanta mayor continuidad en el vínculo y cuanto más sea el tiempo asignado a la consulta, variable no reconocida como recurso terapéutico, pese a ser tan importante".
"No es negativo que la gente esté informada. En enfermedades crónicas, aumenta el compromiso del enfermo. La información vuelve más exigente al paciente, y tampoco es malo que exija -afirma el doctor Carlos Alberto Díaz, director de la Especialización en Economía y Gestión de Servicios de Salud del Instituto Universitario Fundación Isalud-. El problema se suscita si demanda, por ejemplo, que el médico le cure el cáncer porque vio que «salió una droga nueva» y cuando el profesional busca en la bibliografía advierte que esa droga prolonga la vida tres meses... La información no debería llegar con datos tendenciosos, influidos por el complejo industrial-médico."
Para el doctor Alberto Alves de Lima, director de Capacitación del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), "la información es beneficiosa, pero hay que tener en cuenta de qué fuente proviene (en Internet hay mucha «basura») y cómo se la usa, si para enriquecer el vínculo con el médico y conocer más o buscando, por ejemplo, judicializar la práctica médica. Si el médico basa sus decisiones en procedimientos actualizados y validados no debería existir problema".
Para Hugo Mercer, titular de Sociología de la Salud de la UBA e investigador de la Organización Mundial de la Salud, hay dos tendencias que promueven mayor simetría en la relación médico-paciente. "Una, los cambios demográficos y epidemiológicos: poblaciones más añosas con mayor prevalencia de enfermedades crónicas que conviven muchos años con su enfermedad y saben mucho acerca de ella, no sólo como patologías, sino como vivencia personal."
La segunda fuente de nivelación proviene de un acceso bastante generalizado a la información científica, "que hace que la distancia cognitiva entre profesionales y pacientes se acorte".
El doctor Enrique Soriano, jefe de Información Hospitalaria del Hospital Italiano de Buenos Aires, dice que en ese establecimiento se busca y facilita que los pacientes reciban información, y que el derecho de opinar debe ser ejercido "en principio sin límites, ya que las decisiones médicas se toman sobre el paciente y su cuerpo".
Para Juan Tonelli, director ejecutivo de la Cámara de Laboratorios Productores de Medicamentos de Venta Libre (Capemvel), "en 2002 la Asociación Médica Mundial hizo un estudio sobre cómo se consideraba al médico. El 80% lo veía como un consejero, un asesor, un par. Sólo el 20%, como una figura «eminente, autoritaria». Seguramente hace 20 años era al revés. Parece que la era de la información hace que la gente perciba al médico como un socio y quiera tomar más decisiones. Esto pasa en los países más desarrollados. Y la Argentina va por el mismo camino".

¿Un modelo en crisis?
Eduardo Menéndez, un antropólogo argentino radicado en México, definió hace años el Modelo Médico Hegemónico, para caracterizar la medicina vigente en la década del 60, especialmente en los EE.UU., y le asignó algunos de estos atributos: biologismo, concepción evolucionista-positivista, ahistoricidad, individualismo y asocialidad, eficacia pragmática, orientación curativa y de eliminación del síntoma, concepción del paciente como portador de un saber equivocado, subordinado social y técnicamente al médico.
"El Modelo Médico Hegemónico sigue vigente -afirma Alves de Lima-. Se profundiza en sectores de menor instrucción, pero también en aquellos en quienes la figura del médico genera una imagen de «potestad», independientemente del grado de instrucción."
Jorge Galperin añade que los cambios son difíciles, pero "por suerte el Modelo Médico Hegemónico está en crisis. No se enferma sólo una glándula, sino una persona que además de dimensión biológica tiene aspectos sociales, psicológicos, ecológicos".
Por su parte, el doctor Carlos Niccolini, del Instituto de Estudios e Investigaciones de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, señala que "el Modelo Médico Hegemónico sigue vigente porque el médico representa factores de poder: la medicina se basa en una relación entre el médico y el paciente, como si el problema de salud fuera individual, no ocurriera en una sociedad histórica concreta, y tuviera que ser resuelto sólo entre el profesional y el paciente... También esto es expresión del modelo neoliberal".
En una investigación del Instituto Universitario de la Fundación Isalud sobre usuarios de hospitales públicos, obras sociales y prepagas de varias zonas del país, la mayoría de las respuestas se concentra en expresiones como "quiero que el médico me informe, me dé un buen tratamiento, que no se quede mudo mientras me ausculta...".
En ese mismo trabajo, Margot Romano Yalour, Rubén Torres, Daniela Alvarez y Yael Grunhut indican que el 85% de los encuestados "considera que el vínculo con su médico no descansa solamente en los aspectos técnicos y académicos, sino también en la capacidad afectiva, la predisposición para escucharlo, informarlo y tranquilizarlo, y la necesidad de que le explique con palabras entendibles sobre su enfermedad y tratamiento".
Pero, ¿cuánto "escucha" el médico? "El 50% de los pacientes salen de la consulta sin haber resuelto los problemas que los llevaron a consultar -dice Alves de Lima- y un porcentaje similar, al salir, no tiene claro cuáles fueron las indicaciones. Además, los médicos interrumpen mucho: la primera interrupción sucede a los 18 segundos, en promedio. En cambio, cuando al paciente se le permite hablar, se llega a mejores diagnósticos, se gasta menos en estudios y mejora su adherencia, algo central para un vínculo intenso y sostenido."